miércoles, 27 de mayo de 2009

ANDRES SARDA







Ellas consiguen lo que se proponen. Por las noches son más seductoras que nunca. Empiezan en un exclusivo club y acaban entre sábanas de seda. Juego de transparencias en vestidos que descubren la lencería, combinaciones de seda y encaje, terciopelo.
El cristal de Swarovski se funde en su segunda piel, la lencería más sugerente. Les chifla el negro, pero también lucen colores intensos: lila, morado, verde y rojo. Llevan tocados. Conviene ir con cuidado. Se saben deseadas, muy deseadas. Son peligrosas.

No hay comentarios: