Aquí vemos más ejemplos de su preciosa sonrisita... (y una foto a partir de la cual podríamos sospechar que ahora sí habría sufrido un cierto retoquecito plástico)...
Gracias al profesor Berenski he conocido el fascinante mundo de las burbujas enterradas. A su lado he emprendido la lucha para que la nefasta red global no sea concluída.
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