lunes, 19 de octubre de 2009

ANNA SBITNA

Tal vez el aspecto más discutible de una teoría conspirativa es el problema de decidir la veracidad de una teoría conspirativa particular al punto de satisfacer tanto sus proponentes como sus opositores. Las acusaciones particulares de conspiración varían ampliamente en su verosimilitud pero pueden aplicarse algunos estándares comunes para evaluar el valor de verdad probable en cada caso particular:
Navaja de Occam: ¿es el relato alternativo más, o menos, probable que el relato establecido?
Metodología: ¿están bien construidas las pruebas ofrecidas a favor del argumento, es decir, usando una metodología contundente? ¿Hay algún estándar claro para determinar qué evidencia probaría o refutaría la teoría?


Delatores: ¿cuántas personas (y qué tipo) deben que ser conspiradores leales?
Algunas de estas pruebas pueden tener lados negativos también. Por ejemplo, una aplicación excesiva de la "navaja de Occam" puede llevar a la aceptación de visiones de la historia "sobre"simplificadas.


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