domingo, 18 de octubre de 2009

MARIAH MILANO






Christopher Hitchens representa las teorías conspirativas como 'humos exhaustos de la democracia', el resultado ineludible de una gran cantidad de información circulante entre un gran número de personas. Otros autores sociales y sociólogos argumentan que las teorías conspirativas se producen de acuerdo a variables que pueden cambiar dentro de una sociedad democrática (o de otro tipo).
Reportes conspirativos pueden ser satisfactorios emocionalmente cuando ubican eventos en un contexto moral entendible. El partidario de la teoría es capaz de asignar responsabilidad moral por un evento o situación emocionalmente perturbadora a un grupo de individuos claramente concevido. Crucialmente, tal grupo no incluye al creyente. El creyente puede entonces sentirse excusado de cualquier responsabilidad moral o política pues remediar cualquier falla institucional o social podría ser la fuente efectiva de la disonancia.

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